El fondo de pensiones holandés PGGM, uno de los más grandes de Holanda, ha suspendido su colaboración con cinco bancos israelíes debido a sus actividades en las colonias de los territorios palestinos, anunció el miércoles.
“PGGM ha decidido recientemente no volver a invertir en cinco bancos israelíes: Bank Hapoalim, Bank Leumi, First International Bank of Israel, Israel Discount Bank y Mizrahi Tefahot Bank”, dijo el grupo en un comunicado.
PGGM, que dice administrar 153.000 millones de euros, sigue los pasos a otro compatriota, el gigante Vitens, que hace poco más de un mes tomó una decisión similar.
Esta empresa de agua potable anunció a principios de diciembre que iba a suspender su colaboración con la empresa israelí de distribución de agua Mekorot por el “contexto político”.
Mekorot, que suministra agua a las colonias establecidas en Cisjordania, fue acusado de discriminar a los palestinos en el acceso al agua.
PGGM aseguró que intentó hablar con los cinco bancos israelíes “debido a su implicación en la financiación de las colonias isralíes en los territorios ocupados”.
“Dado que no hay ninguna perspectiva de cambio en un futuro próximo”, PGGM ha dejado de invertir en estos cinco bancos a partir del 1 de enero.
Para PGGM, los asentamientos son un problema ya que “están considerados ilegales desde el punto de vista del derecho internacional humanitario”, agregó.
“Además, los observadores internacionales han indicado que las colonias constituyen un obstáculo importante para una solución del conflicto israelo-palestino”, agrega el fondo, que asegura que mantiene el diálogo con un pequeño grupo de otras empresas israelíes sobre el mismo problema.
Según el diario israelí Haaretz, las inversiones de PGGM solo ascienden a unas “decenas de millones de euros” pero esta decisión podría ser nefasta “para la imagen de los bancos” e incitar a otras empresas en Europa a seguir su ejemplo.
El boicot de empresas israelíes ha cosechado sonoros éxitos recientemente, alentadores para los promotores pero preocupantes para Israel que teme que se puedan generalizar estas prácticas.
En diciembre pasado, durante la visita del primer ministro holandés a Israel, Mark Rutte, la instalación de un escáner en la frontera con la franja de Gaza ya provocó roces en las relaciones de ambos países.